jueves, 24 de enero de 2013

TankaSports.com - Joan Vilana abandonó el Campeonato de Esquí de Montaña para auxiliar a un compañero

El andorrano Joan Vilana abandonó la prueba del Campeonato de España que estaba disputando para socorrer al joven esquiador Oriol Bertran, de la Federación Andorrana de Montañismo, que había sufrido un accidente, del que ya se está recuperando  después de una fuerte contusión en la zona pélvica, donde ha habido un desplazamiento.
El Diari d’Andorra informa de esta noticia haciendo hincapié en el gesto de Vilana, que forma parte del código de la montaña, del que Vilana quita importancia y Bertrán está profundamente agradecido.
La intervención de Vilana
“Bajaba muy rápido y en una zona de compresión me encontré con un salto que no pude sortear y volé por los aires. No sabía dónde estaba, no sabía que me había pasado y en ese momento Joan me salvó” explicaba Bertran en declaraciones que recoge el rotativo andorrano.
Los sénior iniciaban la tercera y última subida del recorrido y los jóvenes estaban haciendo la segunda bajada. Los dos trazos estaban muy cerca y Vilana vio la caída seca de Bertran, se paró y le pidió al joven como estaba. Bertran le dijo que se encontraba bien y que siguiera.  “Seguí unos metros pero en cada conversión me giraba y lo iba mirando, veía que no se levantaba y que estaba solo sin moverse. Sufrí por él y me fui a buscarlo”, relata Vilana, coorganizador del Campamento de Verano FEDME 2008.
Joan Vilana quiso auxiliar el joven andorrano: “Hice todo lo que me han enseñado en los bomberos, hice de socorrista, ayudar a los pisteros… Hasta que todo estuvo controlado y se hizo el traslado”.
Los dos esquiadores ya pueden contar esta historia como una bonita anécdota con final feliz, conscientes de los riesgos de experiencias como esta y conocedores del deporte que practican, ya con la cabeza puesta en una nueva competición, para afrontarla con precaución, pero sin miedo.

Fuente: Diari d´Andorra

jueves, 3 de enero de 2013

La mejor forma de empezar el 2013 es con un buen puñado de agujetas.

Como si no fuera conmigo la cosa, me acerque a la pista de fron-tenis donde mi padre de 66 años con mi sobrino, estaban jugando un partido de tenis, amistoso, como no podía ser de otra forma. Jugaban tranquilitos, pues mi sobri tiene 9 años y la raqueta era casi más grande que él, así que había que ser consecuente con su cansancio y si aquello debía ser para divertirse, el ritmo de peloteo debía ser ameno y no muy rápido para que el partido durara algo de tiempo. Con la intención de aliviar el esfuerzo a mi sobri, me tiré a la cancha para dar unos pequeños toques a la pelota, sin quitarme la cazadora ni nada ¿pa que?

Con la tontería, me estaba entrando calorcito y la brillante idea de empezar a jugar a puntos no hizo más que empezar un pique ¡amistoso!. - ¿Oye, si jugamos un poco a puntos? - Vale, ¿a 10 y cambiamos? - Me responde. Empieza el mini partido y mientras tanto recibo un wathsup ( o como se escriba ) de mi mujer: "va paya el resto de la family". A lo que respondo: "vale, estamos en el tenis".

Llegaba mi hermano, la mujer, la sobri y mi tio, que llegaban en los últimos coletazos del partido amistoso.
- ¿Como vais? - Pregunta mi hermano. - Nada, empates a 8. Es a 10, si quieres el que gane juega contigo. - Respondo.

La primera gota de sudor asomaba por mi frente cuando llegabamos al 10-8, había ganado yo y victorioso retaba a mi hermano a jugar un poco. Al igual que yo, no tenia ninguna intención de jugar y comenzó el mini-partido con la cazadora puesta. 2-5 me ganaba cuando ya me empezaba a sobrar el jersey y el echo de que yo estuviera corriendo de aqui para allá y él no se movia nada, me estaba cabreando. No se si lo hacía a drede, o es que era tan malo como yo que no era capaz de hacer que la pelota rebotase en la pared para caer a mi lado. - Oye cabrón, no te mueves del sitio ¡eh!. Te vas a enterar ahora, que aquí si hay que sudar, sudamos los dos.

4-10 me gana, pero a él ya le sobra también la cazadora y ambos echamos una ojeada al rededor a ver si alguien se ha dado cuenta de que el partido ya ha terminado y le toca al siguiente. - ¿que? ¿otra?. - Le digo. - Tira, saca tu y así te doy ventaja. - Me responde.

Aquí comenzó una encarnizada batalla de "tonto el que pierda", con dejadas, pelotazos, alguna que otra jugada bonita incluso y algún que otro juramento. Después de 3 partidos, y con rios de sudor por todo el cuerpo, la batalla final estaba por llegar. Ibamos 1 partido a 2, yo perdía por 1 y nos estaban esperando para irnos, pero aquello había que dejarlo zanjado. Como no podía ser de otra forma, siempre pasa igual, el último partido fué el más largo y llegamos a empatar en 3 ocasiones: 9-9, el partido va a 11, 10-10, el partido va hasta 12 puntos y 11-11, al final gané 13-11 y fué un empate que nos supo a gloria. Llegamos los dos a casa chorreando de sudor y dos días después todavía tengo agujetas por falta de costumbre. Eso si, como dicen en mi pueblo: jodido pero contento.

Por eso digo, que no hay mejor cosa que no tener muchas ganas en hacer algo y empezar a hacerlo, al final siempre existe un motivo que hace que terminemos por hacer algo con ganas.

Feliz 2013