jueves, 3 de enero de 2013

La mejor forma de empezar el 2013 es con un buen puñado de agujetas.

Como si no fuera conmigo la cosa, me acerque a la pista de fron-tenis donde mi padre de 66 años con mi sobrino, estaban jugando un partido de tenis, amistoso, como no podía ser de otra forma. Jugaban tranquilitos, pues mi sobri tiene 9 años y la raqueta era casi más grande que él, así que había que ser consecuente con su cansancio y si aquello debía ser para divertirse, el ritmo de peloteo debía ser ameno y no muy rápido para que el partido durara algo de tiempo. Con la intención de aliviar el esfuerzo a mi sobri, me tiré a la cancha para dar unos pequeños toques a la pelota, sin quitarme la cazadora ni nada ¿pa que?

Con la tontería, me estaba entrando calorcito y la brillante idea de empezar a jugar a puntos no hizo más que empezar un pique ¡amistoso!. - ¿Oye, si jugamos un poco a puntos? - Vale, ¿a 10 y cambiamos? - Me responde. Empieza el mini partido y mientras tanto recibo un wathsup ( o como se escriba ) de mi mujer: "va paya el resto de la family". A lo que respondo: "vale, estamos en el tenis".

Llegaba mi hermano, la mujer, la sobri y mi tio, que llegaban en los últimos coletazos del partido amistoso.
- ¿Como vais? - Pregunta mi hermano. - Nada, empates a 8. Es a 10, si quieres el que gane juega contigo. - Respondo.

La primera gota de sudor asomaba por mi frente cuando llegabamos al 10-8, había ganado yo y victorioso retaba a mi hermano a jugar un poco. Al igual que yo, no tenia ninguna intención de jugar y comenzó el mini-partido con la cazadora puesta. 2-5 me ganaba cuando ya me empezaba a sobrar el jersey y el echo de que yo estuviera corriendo de aqui para allá y él no se movia nada, me estaba cabreando. No se si lo hacía a drede, o es que era tan malo como yo que no era capaz de hacer que la pelota rebotase en la pared para caer a mi lado. - Oye cabrón, no te mueves del sitio ¡eh!. Te vas a enterar ahora, que aquí si hay que sudar, sudamos los dos.

4-10 me gana, pero a él ya le sobra también la cazadora y ambos echamos una ojeada al rededor a ver si alguien se ha dado cuenta de que el partido ya ha terminado y le toca al siguiente. - ¿que? ¿otra?. - Le digo. - Tira, saca tu y así te doy ventaja. - Me responde.

Aquí comenzó una encarnizada batalla de "tonto el que pierda", con dejadas, pelotazos, alguna que otra jugada bonita incluso y algún que otro juramento. Después de 3 partidos, y con rios de sudor por todo el cuerpo, la batalla final estaba por llegar. Ibamos 1 partido a 2, yo perdía por 1 y nos estaban esperando para irnos, pero aquello había que dejarlo zanjado. Como no podía ser de otra forma, siempre pasa igual, el último partido fué el más largo y llegamos a empatar en 3 ocasiones: 9-9, el partido va a 11, 10-10, el partido va hasta 12 puntos y 11-11, al final gané 13-11 y fué un empate que nos supo a gloria. Llegamos los dos a casa chorreando de sudor y dos días después todavía tengo agujetas por falta de costumbre. Eso si, como dicen en mi pueblo: jodido pero contento.

Por eso digo, que no hay mejor cosa que no tener muchas ganas en hacer algo y empezar a hacerlo, al final siempre existe un motivo que hace que terminemos por hacer algo con ganas.

Feliz 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario